Figura 1. |
La frecuencia móvil más elevada se observa en los días 31 de enero, 1 y 2 de febrero, con una frecuencia de 50 días. Es decir, por ejemplo, de los 238 días comprendidos en la semana del 28 de enero al 3 de febrero entre los años 1991 y 2024, se observó tormenta (relámpago + trueno con o sin precipitación) en 50 de ellos (21% de los casos).
El gráfico nos permite ver un comportamiento estacional. En general los valores más bajos tienen lugar en el invierno, aunque con dos características interesantes: un repunte alrededor del día 167, que se corresponde con mediados de junio, y otro repunte, pero esta vez no tan "agudo", sino más bien abarcando un período de días más grande, entre la segunda quincena de agosto y los primeros días de septiembre (el 15 de agosto es el día 227 del año, mientras que el 10 de septiembre es el día 253), para luego volver a mediados de septiembre a valores invernales (en el período de años bajo estudio no hubo tormenta ningún 13 o 16 de septiembre). Es en este segundo repunte en donde ocurre la afamada tormenta de Santa Rosa. Por lo tanto, los registros del Observatorio de Buenos Aires dan cuenta de un interesante aumento en la frecuencia de tormentas hacia finales de agosto.
Luego de la depresión de septiembre, ya en plena primavera, la frecuencia vuelve a aumentar, sobrepasando el "repunte de Santa Rosa", manteniéndose en valores elevados durante el resto de la primavera y el verano. Como ya se mencionó antes, el pico estival tiene lugar hacia fines de enero y principios de febrero. A partir de allí, comienza el descenso. Notar que desde mediados de febrero en adelante (el 14 de febrero es el día 45) ya no se observan muchas frecuencias por encima de 30 (compararlo con los valores de la primavera sirve para ver el decaimiento).
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